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El modelo GT 750 de Suzuki es una moto con más de 40 años ya a sus espaldas, y en los últimos años, con el auge de las customizaciones de motos clásicas, ha visto un renacer y un mayor interés para los constructores. En este ejemplo, su creador no ha querido desviarse mucho en cuanto a su denominación y la bautizado con el nombre de "Threesome" dada su configuración de tres cilindros para el motor.

El proyecto se inició con el modelo de serie que tan solo contaba en su marcador con algo más de 25.000 kilómetros, nada mal para una moto con más de cuatro décadas, aunque debido a su escaso uso el motor ha sido reconstruido, sustituyendo partes internas en mal estado para darle de nuevo el brío inicial con el que salía de fábrica. Además para que mejorase el comportamiento se le han añadido filtros de aire K&N a los carburadores, los cuales también han sido repasados en profundidad con nuevas partes internas.

El chasis también ha sufrido modificaciones importantes como el nuevo subchasis encargado de alojar en la parte interna del colín la batería y el sistema eléctrico, o el nuevo basculante, el cual proviene de una Suzuki Katana 750, teniendo que haberse modificado para guardar las geometrías originales de la moto.

Otras secciones del chasis han sido reforzadas para acoplar sus nuevas suspensiones y frenos, los cuales provienen de una Suzuki Hayabusa en la parte delantera, con pinzas flotantes de seis pistones de la firma Tokico. Los amortiguadores traseros son nuevos y el freno también se hereda del modelo Katana 750.

Para el sistema de escape se ha optado por montar tres unidades independientes y hechas a mano, dando salida a dos parte por el lado derecho y otra por el lado izquierdo. Las llantas de tres brazos provienen de un modelo SV650 de Suzuki, y el guardabarros delantero llega de una Ducati Monster.

Por último su diseño se ha orientado al mundo de las carreras utilizando la parte frontal de una Ducati Supersport 750 debidamente rectificado y un colín monoplaza hecho a mano que aloja en la parte final dos luces de freno independientes. El depósito se ha mantenido intacto para conservar parte de la esencia original de moto, a la que se ha pintado de un azul intenso muy característico de la marca nipona.